Vals en México/ El vals, parte del folclor mestizo.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Gabriela Jiménez
El Universal
Lunes 01 de abril de 2002


La llegada del vals a territorio mexicano (primero fue el vienés) fue difundido, sin quererlo, por el Tribunal del Santo Oficio, ya que ahí se denunciaron personas que comenzaron a bailar un género que iba en contra de la moral, porque a diferencia de los bailes tradicionales, ahora se bailaba por parejas, se tomaban de las manos y se abrazaban.

Los valses mexicanos también alcanzaron popularidad en el extranjero, ya que el entrevistado ha conocido bandas europeas que los tocan, y ha visto películas españolas y francesas donde los utilizan de fondo musical, destaca "Sobre las solas", de Juventino Rosas.

Otros de los compositores que más se escuchan fuera de México son Ricardo Castro, Felipe Villanueva y Abundo Martínez.

El vals, parte del folclor mestizo .

Luis Rublúo cree que los valses europeos no han desplazado a los mexicanos, y aunque persisten los tradicionales como el "Danubio azul" de Strauss y piezas de Chopin, no dejarán de escucharse los nuestros. "Podremos olvidar los nombres de los autores pero no el vals, o podríamos confundirnos con el nombre de una pieza pero sí podemos asegurar que lo hemos escuchado", finalizó.

Por ser un eslabón entre la música clásica y la popular, el vals se ha mantenido vigente entre los mexicanos desde su aparición ocurrida hace 150 años, por lo que puede considerarse parte de su folclor aunque a muchos les parezca aberrante.

Una reflexión del historiador Luis Rublúo al hablar de su más reciente libro El vals mexicano. Una disquisición folklorista , el primero que se realiza en nuestro país sobre este género musical y que el próximo 2 de abril se presenta en la Casa Universitaria del Libro.

Algunos etnógrafos consideran que el vals no es parte del folclor mexicano porque su origen "no es puro" y tiene influencia europea, sin embargo "el folclor no sólo son las creaciones inéditas de una cultura como piensan los especialistas, también hay un folclor criollo y mestizo. Nuestros valses, aunque escritos con los cánones europeos, son mexicanos porque aquí trascendieron", subrayó Rublúo.

En los años 20 el escritor Rubén M. Campos publicó el libro El folklore musical de las ciudades , donde ya consideraba al vals como "material folk", idea a la que se opuso rotundamente el célebre musicólogo y folclorista Jesús Romero, quien consideró "aberrante" tal catalogación.

Rublúo recordó las palabras de Manuel M. Ponce, quien llegó a decir que observó el "alma indígena en el vals mexicano", refiriéndose al trabajo de tres compositores de origen otomí: Felipe Villanueva, Juventino Rosas y Abundio Martínez.

Por su parte, Fernando Benítez, en su libro Los indios de México ?resultado de su visita a comunidades indígenas tarahumaras y tzotziles?, hizo hincapié en las bandas musicales de niños y jóvenes que no sabían español pero tocaban valses como "Dios nunca muere" y "Sobre las olas".

Rublúo consideró que el vals cumple con los requisitos necesarios para ser parte del folclor: antigüedad (algunos fueron escritos hace 150 años), composiciones anónimas (como "La Sandunga" y "La Llorona"), reconocimiento social, e incidencia en su reproducción (aún se escucha en centros y eventos sociales como la tradicional fiesta de 15 años).

Para el entrevistado, la polémica surge del concepto que se tiene de folclor que, a su consideración, podría reemplazarse con un sinónimo que él propone: "populosofía", la ciencia que trata del saber popular.

Pese a que los valses son interpretados en la mayoría de las veces con instrumentos europeos (violín, guitarra, bajo, piano), el entrevistado recalcó que tal situación no está reñida con la realidad popular: "no debemos pensar que el pueblo no busca el refinamiento en el arte".

Sobre lo anterior, el historiador consideró que el gusto y la vigencia del vals se debe a que la gente se ha acercado con este género a la música clásica y "ha roto el mito de que es imposible entenderla, y hasta presume de que lo hace".

Pese a que México cuenta con una gran producción de valses ?Rublúo tienen en su acervo personal alrededor de 300 discos?, no existía una investigación especializada como su libro, sólo había algunos textos que trataban el tema de manera general: "Me importaba rescatar en la memoria histórica una tradición que por más de 150 años ha tenido México, y acentuar el gusto por este tipo de música que es una gran riqueza."

En otros países, como Argentina, Uruguay, Chile y Perú, ya se han escrito libros sobre sus valses porque los consideran parte de su folclor: "lo sorprendente es que en México a nadie le haya interesado en muchos años abordar esta materia, siendo un país tan productivo, pues en mi libro registro por lo menos 40 compositores con cerca de 100 ejemplos de composiciones".

Reconoció que un musicólogo pudo abordar mejor esta materia porque él como historiador sólo hizo una cala en el aspecto folclorista.

Ante esto, consideró que en cuestión de investigación hubo un descuido por parte de los especialistas, hecho en el que coincidieron el musicólogo Emmanuel Arias Luna y el comentarista Jacobo Moret, conocedor de la música vernácula: "Ojalá que los musicólogos e investigadores se interesen en el tema, porque sólo ha habido biografías de valsistas pero vistos como músicos", apuntó el entrevistado.

Este libro, cuya primera edición se compone de mil ejemplares, estuvo financiada por el propio autor, quien no pidió apoyo a instituciones culturales por temor a que le rechazaran el proyecto, o se lo cambiaran (aunque ya le ha publicado varios títulos).

El vals mexicano se venderá el día de la presentación y en la librería Madero.

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