Chopin Waltz Op.69 No.2

viernes, 26 de noviembre de 2010


Esta semana es el turno de Chopin y su Waltz op.69 no.2 interpretada por Vladimir Ashkenazy. Espero lo disfruten tanto como yo.

Vals Capricho op.1 en Mi Mayor

jueves, 18 de noviembre de 2010



Ricardo Castro

La vida del pianista y compositor duranguense Ricardo Castro aconteció en gran parte durante el siglo XIX. Favorecido por el régimen Porfirista, fue el primer pianista mexicano en llevar su música a las salas de concierto de Estados Unidos y Europa. Su natalicio ocurrió el 7 de febrero de hace 145 años en Nazas, Durango.
Danzas, mazurkas, gavotas, berceuses y scherzos fueron producto de su pluma musical. Integrante del grupo de los seis, músicos que defendían el romanticismo francés, compuso además un concierto para piano y orquesta, dos sinfonías y el poema sinfónico Oithoma.
En 1902 Castro se fue a Europa con una beca para estudiar. En París compuso su ópera la Leyenda de Rudelia y más tarde Satán vencido la Roussalka. A su regreso en 1906, fungió como director del Conservatorio Nacional de Música.

Tres años antes del estallido de la Revolución mexicana, cuando apenas tenía 43 años, el maestro dejó de existir envuelto en un velo de misterio. Algunas versiones indican que fue envenenado, otras aseguran que fue una pulmonía.

http://parajetunero.blogspot.com/2009/02/fue-ricardo-castro-precursor-del.html

Vals Alejandra

jueves, 11 de noviembre de 2010


Vals Alejandra

Autor. Enrrique Mora
Version orquestal por la OFUNAM



Historia del Vals Alejandra

Por Otto Schober

El vals “Alejandra” es considerado la máxima creación del músico mazatleco Enrique Mora Andrade, compuesto a solicitud del joven Rafael Oropeza y dedicado a la joven Alejandra Ramírez Urrea, sobrina nieta de Ignacio Ramírez, “El Nigromante”. Alejandra nació en Mazatlán, Sinaloa, el 26 de junio de 1890, hija de Alejandro Ramírez y Elodia Urrea de Ramírez.

Su educación fue esmerada y de finos modales. Desde muy chica destacó por su belleza y gustaba de frecuentar las veladas nocturnas de la plaza Machado y el teatro Rubio, hoy Ángela Peralta, donde era cortejada por infinidad de galanes. Ahí la conoció Rafael Oropeza durante una función ordinaria, quedando prendado de la belleza de la joven, entonces de 17 años.

Tan enamorado quedó, que le pidió al músico Enrique Mora, le compusiera una canción. Una vez terminada, fue titulada como “Alejandra” y estrenada el 15 de julio de 1907 en la plazuela Machado, interpretada por la orquesta de Eligio Mora, remachando una serie de serenatas con las que Oropeza trataba de vencer la resistencia de Alejandra, quien previamente recibió una carta de Oropeza, pidiéndole no faltara esa noche a la plazuela.

Una vez terminada la interpretación, el autor, Enrique Mora se acercó a la joven y le entregó el papel pautado donde sobresalía su nombre con letras oscuras y grandes, ella se levantó de su asiento y muy emocionada le agradeció el regalo, señalando que había sido una hermosa interpretación.

Él le aclaró que no se lo agradeciera, sino a Rafael Oropeza, quien se acercó por arte de magia preguntando si le había gustado su vals, la muchacha le responde al punto de las lágrimas que no sólo le gustó, sino que le encantó, extendiendo sus manos a Rafael, quien al oído le dijo, que le gustaría que no le diera las dos manos, sino una, pero para siempre.

La joven retiró sus manos sin responder, y Rafael Oropeza entendió el mensaje y se retiró. A los 26 años Alejandra se casó con José María Retes y tuvieron tres hijos. Rafael Oropeza se casó y se fue a vivir a la ciudad de México, donde murió en junio de 1968. Alejandra siempre vivió orgullosa de su vals.

Vals que cautivó a los habitantes del puerto y más tarde le dio la vuelta al mundo, y que han interpretado los mejores cantantes mexicanos. Su autor, pasó a la inmortalidad sin tener la menor idea de que había entregado una obra de extraordinaria belleza, al recoger el sentimiento esencial de una época romántica, con una letra con una tímida ingenuidad y de una angustiosa ansiedad, frente al rechazo de una hermosa mujer.

Club Verde

viernes, 5 de noviembre de 2010

Dios nunca muere

miércoles, 27 de octubre de 2010

Vals en México/ El vals, parte del folclor mestizo.

Gabriela Jiménez
El Universal
Lunes 01 de abril de 2002


La llegada del vals a territorio mexicano (primero fue el vienés) fue difundido, sin quererlo, por el Tribunal del Santo Oficio, ya que ahí se denunciaron personas que comenzaron a bailar un género que iba en contra de la moral, porque a diferencia de los bailes tradicionales, ahora se bailaba por parejas, se tomaban de las manos y se abrazaban.

Los valses mexicanos también alcanzaron popularidad en el extranjero, ya que el entrevistado ha conocido bandas europeas que los tocan, y ha visto películas españolas y francesas donde los utilizan de fondo musical, destaca "Sobre las solas", de Juventino Rosas.

Otros de los compositores que más se escuchan fuera de México son Ricardo Castro, Felipe Villanueva y Abundo Martínez.

El vals, parte del folclor mestizo .

Luis Rublúo cree que los valses europeos no han desplazado a los mexicanos, y aunque persisten los tradicionales como el "Danubio azul" de Strauss y piezas de Chopin, no dejarán de escucharse los nuestros. "Podremos olvidar los nombres de los autores pero no el vals, o podríamos confundirnos con el nombre de una pieza pero sí podemos asegurar que lo hemos escuchado", finalizó.

Por ser un eslabón entre la música clásica y la popular, el vals se ha mantenido vigente entre los mexicanos desde su aparición ocurrida hace 150 años, por lo que puede considerarse parte de su folclor aunque a muchos les parezca aberrante.

Una reflexión del historiador Luis Rublúo al hablar de su más reciente libro El vals mexicano. Una disquisición folklorista , el primero que se realiza en nuestro país sobre este género musical y que el próximo 2 de abril se presenta en la Casa Universitaria del Libro.

Algunos etnógrafos consideran que el vals no es parte del folclor mexicano porque su origen "no es puro" y tiene influencia europea, sin embargo "el folclor no sólo son las creaciones inéditas de una cultura como piensan los especialistas, también hay un folclor criollo y mestizo. Nuestros valses, aunque escritos con los cánones europeos, son mexicanos porque aquí trascendieron", subrayó Rublúo.

En los años 20 el escritor Rubén M. Campos publicó el libro El folklore musical de las ciudades , donde ya consideraba al vals como "material folk", idea a la que se opuso rotundamente el célebre musicólogo y folclorista Jesús Romero, quien consideró "aberrante" tal catalogación.

Rublúo recordó las palabras de Manuel M. Ponce, quien llegó a decir que observó el "alma indígena en el vals mexicano", refiriéndose al trabajo de tres compositores de origen otomí: Felipe Villanueva, Juventino Rosas y Abundio Martínez.

Por su parte, Fernando Benítez, en su libro Los indios de México ?resultado de su visita a comunidades indígenas tarahumaras y tzotziles?, hizo hincapié en las bandas musicales de niños y jóvenes que no sabían español pero tocaban valses como "Dios nunca muere" y "Sobre las olas".

Rublúo consideró que el vals cumple con los requisitos necesarios para ser parte del folclor: antigüedad (algunos fueron escritos hace 150 años), composiciones anónimas (como "La Sandunga" y "La Llorona"), reconocimiento social, e incidencia en su reproducción (aún se escucha en centros y eventos sociales como la tradicional fiesta de 15 años).

Para el entrevistado, la polémica surge del concepto que se tiene de folclor que, a su consideración, podría reemplazarse con un sinónimo que él propone: "populosofía", la ciencia que trata del saber popular.

Pese a que los valses son interpretados en la mayoría de las veces con instrumentos europeos (violín, guitarra, bajo, piano), el entrevistado recalcó que tal situación no está reñida con la realidad popular: "no debemos pensar que el pueblo no busca el refinamiento en el arte".

Sobre lo anterior, el historiador consideró que el gusto y la vigencia del vals se debe a que la gente se ha acercado con este género a la música clásica y "ha roto el mito de que es imposible entenderla, y hasta presume de que lo hace".

Pese a que México cuenta con una gran producción de valses ?Rublúo tienen en su acervo personal alrededor de 300 discos?, no existía una investigación especializada como su libro, sólo había algunos textos que trataban el tema de manera general: "Me importaba rescatar en la memoria histórica una tradición que por más de 150 años ha tenido México, y acentuar el gusto por este tipo de música que es una gran riqueza."

En otros países, como Argentina, Uruguay, Chile y Perú, ya se han escrito libros sobre sus valses porque los consideran parte de su folclor: "lo sorprendente es que en México a nadie le haya interesado en muchos años abordar esta materia, siendo un país tan productivo, pues en mi libro registro por lo menos 40 compositores con cerca de 100 ejemplos de composiciones".

Reconoció que un musicólogo pudo abordar mejor esta materia porque él como historiador sólo hizo una cala en el aspecto folclorista.

Ante esto, consideró que en cuestión de investigación hubo un descuido por parte de los especialistas, hecho en el que coincidieron el musicólogo Emmanuel Arias Luna y el comentarista Jacobo Moret, conocedor de la música vernácula: "Ojalá que los musicólogos e investigadores se interesen en el tema, porque sólo ha habido biografías de valsistas pero vistos como músicos", apuntó el entrevistado.

Este libro, cuya primera edición se compone de mil ejemplares, estuvo financiada por el propio autor, quien no pidió apoyo a instituciones culturales por temor a que le rechazaran el proyecto, o se lo cambiaran (aunque ya le ha publicado varios títulos).

El vals mexicano se venderá el día de la presentación y en la librería Madero.

Historia

El vals (galicismo de valse) es un elegante baile musical a ritmo lento, originario del Tirol (Austria) por el siglo XII. El vals conquistó su rango de nobleza durante los años 1760 en Viena, y se expandió rápidamente por otros países. Algunos autores creen que el vals tuvo su origen en la volte, danza de baile en tres tiempos practicada durante el siglo XVI. La palabra vals nació en el siglo XVIII viene de "walzen" (girar en alemán), cuando el vals se introdujo en la ópera y en el ballet.

En su origen tenía un movimiento lento aunque, en la actualidad, se ha convertido en una danza de ritmo vivo y rápido. Su característica más significativa es que sus compases son de 3/4. En el compás del vals, el primer tiempo siempre es considerado como el tiempo fuerte (F), y los otros dos son débiles (d). Así, el patrón es "F, d, d". Al oír la palabra "vals", enseguida se relaciona con música clásica, pero lo cierto es que el vals sólo es una forma musical y puede estar en cualquier estilo, por ejemplo en forma de rancheras mexicanas, aunque el Swing siempre es el ritmo más usado (el cual es de 4/4, en patrón F, d, F, d). Frédéric Chopin, el gran compositor y pianista polaco, aportó una cantidad de excelentes valses para piano y, entre ellos, el vals más breve denominado Vals del Minuto. Los Strauss también destacaron como grandes compositores de valses, especialmente Johann Strauss (hijo). En Latinoamérica existen diversas variantes como el vals peruano, vals venezolano, el vals colombiano, el vals brasileño y el vals ecuatoriano con características que difieren de país a país.